A
alguien siempre le toca limpiar. No todos los que ensucian, limpian. Karlo, es
el ordenanza de este viaje. El Portero de un edificio dramático sin consorcio.
Un ascensorista que te hace upa en la
escalera.Un tipo al que el limpiar, le da tiempo para pensar.
En
su tarea de pasarle el trapo a las cosas lo encontramos. Junto a él, inician
los espectadores, un recorrido por un terreno tan familiar como ajeno. Tan
realista como extraño. En la intención de que vibren las fibras más íntimas que
tenemos, es que este personaje nos canta, nos cuenta, nos cita y nos espera.
La
única verdad es la realidad, es un espectáculo de títeres para adultos. Donde
se mezclan las pantomimas y las canciones. Donde entre el playback y el canto a
viva voz, hay desgracias. Donde resucitan del panteón nacional melodías
problemáticas. Donde entre una cosa y la otra, se pasa la hora. Donde lo más
importante, es reír. Donde más importante que reír, es reírnos. Juntos. De
Nosotros. Entre risas. Si se logra. Lo logramos.
El
que ríe entiende dijo Perón, y se cerró el cajón.
Duración: 60 minutos
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